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Guatemala - México

La experiencia: raíz del devenir

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De acuerdo con Ana María Bach (2010) las teóricas feministas estadounidenses en la década de los años ochenta del siglo pasado pusieron especial énfasis en problematizar la experiencia, en específico la experiencia de las mujeres. Analizaron aspectos de la experiencia que están inextricablemente unidos, tales como el aspecto psicológico que refiere a las experiencias como conformadoras de subjetividad las cuales además son sexuadas. El componente político explica que las experiencias de las mujeres son promotoras de cambios en el patriarcado, el cual se manifiesta en los procesos de toma de consciencia. Por último, el cognoscitivo que toma en cuenta el conocimiento que surge a partir de las experiencias de las mujeres en la vida cotidiana lo cual se ha posicionado como un enfoque epistemológico.

Partiendo del posicionamiento de que las experiencias de las mujeres en su vida cotidiana generan conocimiento e inciden políticamente, a continuación, expongo las dimensiones política (decisiones y cambios) y cognoscitiva (conocimiento) de las experiencias que las feministas protagonistas de esta investigación recuerdan como significativas en el devenir feminista antiespecista.

Experiencias de la infancia

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Algunas de estas experiencias son:

Nydia me ha contado que le provocaban malestar las prácticas de sus ancestros habitantes de áreas rurales en Jalisco, México,

Aquí se da mucho eso de que tienes a tus pollos …  te digo, mis bisabuelos eran de “a ver, vamos a hacer el caldo”, “sí, a ver, pásame esa gallina”. Y mi bisabuela agarraba y ahí les cortaba la cabeza a las gallinas.

Mi bisabuelo tenía su corral de gallinas [risa]. Porque mi bisabuelo era un señor agricultor de pueblitititito, de la sierra de Jalisco. Entonces, pues digo también, por un lado, entiendo que así se vivía antes, criabas tus animales para comértelos y a veces hasta tuvieron una vida más digna que las de un matadero. No los justifico, yo nunca lo haría, pero bueno, así era antes y no puedo cambiar el pasado ¿no? (Nydia, 32 años, México, entrevista, abril 2022).

Ahí en el pueblo de mi bisabuelo. Antes mataban a un toro, o sea, el toro que ya habían toreado … ya que estaba como medio muerto el animal, iba, así arrastrado, ay no, que horrible, arrastrado lo llevaban y lo amarraban de un poste y le picaban el cuello para que se desangrara y la gente ¡se formaba! Casi como como desesperada para poner su vasito en el cuello del toro y tomarse la sangre… se da mucho eso de tomar sangre de toro que porque te hace fuerte y a los hombres los hace muy viriles…

 

(Nydia, 32 años, México, entrevista, abril 2022).

Estas “creencias” y “tradiciones” de sus abuelos y del pueblo respecto a la explotación y violencia contra ciertos animales son prácticas especistas que pueden ser consideradas como una forma de ejercicio de poder hegemónico en la matriz de dominación (Collins, 2000) ya que contribuyen con el pensamiento colectivo sobre lo que es un animal y para qué sirve, desde una perspectiva especista, claro está.

Los recuerdos de la infancia, ahora desde una perspectiva antiespecista, dan cuenta del contexto especista en el que crecimos lo que significó normalizar, internalizar y practicar el especismo en la cotidianidad.

 

También es posible que otro tipo de experiencias de la infancia nos lleven a cuestionar las prácticas de explotación que nos rodean, al respecto Poli me cuenta:

Tenía yo una tía que era vegetariana, lactovegetariana* y alguna vez me llevó siendo niña a una marcha en contra de las corridas de toros. Y desde que yo llegué fue como ¿qué rayos está pasando? ¿Por qué alguien quiere matar a un toro? O sea, como que no le veía yo mayor sentido. Entonces, claro, el problema es que mi educación, como la de todes, pues fue una educación especista. Entonces yo crecí con estas narrativas de es que las vacas y los cerdos no están en peligro de extinción y es un ciclo de alimentación natural y la cadena trófica y todas esas cosas que no son más que estupideces porque no hay otra forma de decirlas. Son falacias, ¿no? No hay realmente… argumentos científicos, pero la gente se cree muchas cosas que se transmiten desde la cultura. Y claro, o sea, tú no crees que tu mamá te quiere dar comida que te enferma

(Poli, 34 años, México, entrevista, abril 2022).

💡 Lactovegetariana se refiere a un tipo de alimentación en la que no se consumen carnes, pero sí lácteos.

La escuela y la familia son lugares en los que naturalizamos la explotación animal desde que somos niñas, así nos lo enseñan. De pequeñas aprendemos a tener una visión reducida de los animales, en el sentido de que si no son nuestras mascotas, son nuestra fuente de materia prima, dispuestas a servirnos por lo que se justifica utilizarles: “No te vas a comer a un gatito o a un perrito, te enseñaron que ellos son tus amigos, en cambio una vaca, un chancho o un caballo son tu comida, tu medio de transporte, tu ropa” (alvarez castillo, 2014, p. 117).

La educación especista a que aluden Poli y Nydia apunta al dominio disciplinario  de poder (Collins, 2000) ya que tanto en la familia como en la escuela se impulsa y se educa para las prácticas especistas (racistas, clasistas, sexistas, homofóbicas, capacitistas, entre otras). Dentro de este dominio de poder son posibles los escapes como el que encontró Poli a través de la relación con su tía vegetariana quien contribuyó a que ella cuestionara las corridas de toros y conociera otra forma de alimentación que se opone a la explotación animal.

 

🦙 Enseñar otras formas de vida, pensamiento y consumo se convierte en una forma de resistencia frente a este dominio de poder.

fraseLidia

Las experiencias de estas niñas resultan en introducciones de los “darse cuenta de que algo no está bien”, de empezar a cuestionar lo absurdo, incoherente, desconcertante, en las relaciones con otrxs animales, son estos los inicios que posibilitan “hacer la conexión”. “Así, aun cuando exista una experiencia catalítica posterior que impulsa un giro en la trayectoria, más que el inicio de algo dicha experiencia puede ser el final de un proceso” (Aguilera Bornand et al., 2023, p. 21). Debido a esto son importantes las experiencias durante la infancia en relación con otros animales y el carnismo en el estudio de las trayectorias veganas (McDonald, 2000).

💡 En la siguiente sección expongo en detalle qué es una experiencia catalítica.

Respecto a las experiencias desde la infancia, Juan José Ponce León (2020) explica que se ha identificado que es común, en la constitución de la subjetividad animalista, este tipo de relaciones tempranas con otrxs animales, lo que contribuye a revelar que a través de la afectividad e intimidad emocional desde la infancia se posibilitan encuentros vinculares inter-subjetivos con lxs otrxs animales y se dan además, los primeros episodios traumáticos de cara al especismo.

“Las experiencias tempranas con animales configuran en la subjetividad animalista un ejercicio de empatía, una práctica de sí que supone el retrotraimiento del yo a cambio del acceso fenomenológico-sensitivo hacia la alteridad animal” (Ponce León, 2020, p. 71).

De acuerdo con los recuerdos de la infancia, algunas experiencias facilitaron que se construyeran relaciones desplazadas del interés humano y más cercanas a los intereses de lxs animales para dar lugar al inicio de la subjetividad antiespecista que quizás terminaría-continuaría formándose en la adultez. Poli conoce el veganismo a sus 27 años; aunque considera que fue antiespecista desde niña,

💡 Juan José Ponce León es un activista académico ecuatoriano que ha estudiado los procesos de la subjetivación animalista en veganos entre otros estudios que abarcan los ECA y las masculinidades.

 

La percepción de que algo está mal con el (ab)uso de los animales puede hacer que desde pequeñas queramos renunciar a comerles; sin embargo, el contexto en el que esta decisión se da es complejo en varias dimensiones ya que mamás y papás no permiten estos cambios en la alimentación probablemente debido a que no están informadxs sobre la alimentación vegetal y los deseos de lxs niñxs no son tomados en consideración ni como prioridad. Un ejemplo de esto es el deseo de Nydia y Gaby aun siendo niñas de tener una alimentación sin consumir animales,

Empecé a ser vegana a los 19, pero yo quería serlo mucho antes, solo que por problemas de información no me dejaban y como yo era más chica dependía totalmente de mi mamá. Y ahí empecé. Quise ser como a los ocho vegetariana […] a los 12 un tiempo fui vegetariana. Pero mi mamá justo había hablado con una amiga de una amiga y le había dicho todos los problemas que iba a tener por ser vegetariana y ahí no me dejaron. Pero era un show, cuando me daban carne o cualquier cosa, yo no sé, la escupía, la votaba, la vomitaba, porque para mí era muy chocante tener que comerme un animal. Y hasta ahí a los 14 fue como mi mamá me dijo: ya, dale

(Gaby, 29 años, Chile, entrevista, abril 2022).